19 ene 2014


                “Te digo: si he tenido paciencia y no perdido la calma, en esto está la verdadera alegría”. (San Francisco)

                La vida no consiste en que las cosas vayan bien ni en que se cumplan  expectativas. Esa fue la experiencia de Francisco que canta siempre a Dios, en la abundancia y en la escasez; en el éxito y en el fracaso. En el Cántico de las Criaturas canta al hermano sol cuando la luz del sol le quemaba los ojos haciéndole daño; y Francisco canta la vida cuando se siente vencido por varias enfermedades a la vez y canta a la muerte como hermana, cuando la ve venir como inminente e inevitable.
                Esta es la esperanza según Francisco: ese equilibrio, difícil, de mantener el optimismo en la frustración, cuando las cosas no salen a la medida de nuestras expectativas, en el fracaso, en la impotencia.

Cfr. Carta de Asís #18