29 may 2014

AUN NOS GUÍA TU PRESENCIA AUSENTE


No sabemos muy bien qué es el Espíritu Santo, pero nos habla de una presencia que no viene de nosotros mismos, aunque llegue a habitarnos. De algo que pone Dios y no nosotros. De una presencia que nos sobrepasa, pero que nos habita y nos mueve.

Eso que no sabemos definir y que, unas veces, toma la forma de consuelo, otras de luz, otras de aumento de fe, de esperanza o de ganas de amar mejor. El Espíritu Santo no es tanto para hablar sobre él sino para dejarle hablar a él, para dejarnos conducir, empujar, guiar, por él. Que ésta sea la súplica y el don que el Resucitado vaya dando a nuestra vida.

“Tú te has ido. Con la primavera.
Pero aún nos guía tu Presencia ausente, Cristo,
por el camino de la esperanza, verde.

Hacia el maduro Otoño y la Vendimia...
Tú te has ido, pero refloreces en nosotros
¡oh Vid cosechada y perenne!

En nosotros que vamos — y Tú vienes —
bajo el estío del Amor por el camino luminoso y verde...”


Pedro Casaldáliga.