A veces
uno se siente como un aventurero a la búsqueda de Dios. En este mundo, ¿no
basta con perseguir la propia estabilidad: estudios, trabajo, casa, familia,
una cuenta corriente suficiente? Bastante aventura parece eso tal y como
están las cosas, ¿no? Y, sin embargo, la respuesta, una y otra vez, asalta con
claridad: ¡No! La vida tiene que ser más aún. Hay en cada uno una sed, un anhelo, una pregunta que no es fácil de responder.
Por la felicidad, por el amor, por Dios.
Como
dijera el poeta: Si algo me gusta es vivir!
"Todo
lo que sea salir
de esta
espaciosa y triste cárcel,
aligerar
los ríos y los soles,
salir,
salir al aire libre, al aire." (Blas de Otero)