4 nov 2014

BASTA DE PRISAS!



              
  Es bueno, muy bueno, detenerse… frenar...  Hazlo ahora, desde dentro. Mirar, con tranquilidad, como a cámara lenta, la cantidad de historias, nombres, personas cuya vida se intercala con la tuya… Date, quizás, un instante para pensar también en Dios… que late cerca de ti. Aunque a veces ni te des cuenta. Disfruta, por un instante, de la calma. ¡Ahora!

“Saludad con la paz a Jerusalén: Vivan tranquilos tus amigos; haya paz en tus murallas, tranquilidad y compañeros”. (Sal 122)