11 nov 2014

Francisco de Asís: ¡enséñanos a mirar con amor y sencillez!

Aunque la mirada de Francisco sobre sí mismo pueda parecer "negativa" a nuestra sensibilidad (se autodenominaba "pobrecillo, "vil", "indigno"...), era la forma correcta de mirarse en relación al Dios "Todo Bien", "Sumo Bien". 
Es su mirada a los demás lo que de verdad cautiva, porque siempre mira al otro como don, como criatura de Dios, como hermano a quien hay que acoger  y sin juzgar a nadie. Una vez más, la mirada de Francisco es positiva, de amistad, de misericordia.
En Francisco de Asís llama la atención el contraste entre la dureza de algunas experiencias personales de dolor y, al mismo tiempo, la invitación a la confianza, alegría y positividad que muestra en su vida. Es como si dijera: "pase lo que pase, estamos en buenas manos". 
Así mismo,  llama la atención la sencillez de su mirada, sin doblez, sin segundas intenciones; mirada limpia, transparente, incapaz de atribuir a los demás maldades inexistentes.
 "Aprender a vivir con Francisco de Asís", Joxe Mª Arregi
Ediciones Franciscanas Arantzazu, 2013