15 nov 2014

¡QUÉ FELIZ SOY!

¡Qué feliz soy cuando solo soy!
¡Qué feliz soy solo siendo!

Estando sencillamente aquí,
notando la vida en mi cuerpo.

Sintiendo que vivo y respiro,
que siento.
Que puedo pensar.
Que no pienso.

Comprobando que veo,
aunque miro y no quiero ver
nada especial ni concreto.
Porque todo está bien.
Todo está bien, todo es bueno.

Sintiendo mi cuerpo
y el espacio que ocupa.
Y que puedo moverme,
aunque me esté muy, que muy quieto.

Y escuchando el bullir de las cosas:
sus trajines, suspiros y roces,
sus silencios y estrépitos,
sus señales de vida, su estruendo.

Y yo sigo aquí.
Encantado, contento.

Sin afán, sin empeño.
Sin rencor, sin lamento.
Sin espera ni anhelo,
ni angustia, ni tedio.

Sigo aquí.
Siendo, siendo.
¡Qué feliz, solo siendo!

                                                                                              (Vicente Simón)