1 abr 2015

ESTO NO ME ES AJENO...

             
  ¿Cómo es psosible que Jesús haya muerto si Dios es su Padre?  Se ha explicado de muchas formas. ¿Por qué fue así? ¿Estaba escrito? ¿Dios quería sangre?

¡No! La sangre la querían los verdugos, los que no querían el evangelio anunciado por Jesús.
  
No encuentro otra respuesta que la confianza de Jesús mismo en el Padre, y lo cierto es que el Padre le resucitó de entre los muertos.

Porque el sufrimiento del justo no  nos es tan ajeno y la sensación de fracaso de algunas veces, cuando no nos acompañan los resultados tampoco nos es desconocida,...Porque nada de este misterio nos es ajeno, adentrémonos esta Semana Santa en el misterio de Cristo; un océano de dolor y de amor. Que sea una Semana Santa com-pasiva, empática, comprometida y viva. Y para ello:

Bebamos su mismo cáliz de obediencia a lo que Dios quiera de nuestra vida.
Actualicemos comulgando y asumiendo la pasión del mundo.
Y  todo ello en comunidad y renovando la esperanza.


Y así nosotros, el domingo, también seremos testigos de unos lienzos y de un sepulcro vacío.