Mira en lo profundo de tu corazón, mira en lo íntimo
de ti mismo, y pregúntate: ¿tienes un corazón que desea algo grande o un
corazón adormecido por las cosas? ¿Tu corazón ha conservado la inquietud de la
búsqueda o lo has dejado sofocar por las cosas, que acaban por atrofiarlo? ¿Te
has dado cuenta de esta situación de tu alma? ¿O duermes? ¿Crees que Dios te
espera o para ti esta verdad son solamente "palabras"?
(Papa Francisco)