20 dic 2015

MUJER DE ESPERANZA

                Seguir luchando cuando las cosas vienen mal dadas y uno no puede, o no cree, o no sabe por dónde seguir...
                En ese adviento primero inesperado, María esperó al niño cargado de promesas, y luego viéndole crecer, y más tarde esperó en él cuando se echó a los caminos y ella a veces iba detrás, y se fué haciendo discípula... Esperó, atravesada por el dolor, al pie de la cruz, y luego, con los que se encerraron, temerosos; también allí estuvo, siendo para ellos madre y amiga. Y con ellos aprendió a confiar hasta que se hizo la Luz. 
                Y por eso me invitas, también a mí, a fiarme, y a esperar, activamente a Dios, a seguir luchando cuando las cosas vienen mal dadas, a construir su reino entre muchos...

                ¿Qué espero hoy de Dios, de la vida y de mí mismo?