Hoy celebramos
la fiesta de las llagas de San Francisco, esto es; que al final de sus días
Francisco llevaba en su cuerpo las señales de la pasión de Jesús. Y es que
cuando amamos nos configuramos como la persona a la que amamos. Tanto le amó
que se hizo como Él. Más aún, sus heridas expresaban la herida de la fe; la
herida del amor; la herida de la esperanza; la herida del abandono en sus manos
y la herida de la caridad.