Sólo que no
vale hacerlo con berrinche y pataletas. Hay que alzar la voz con seriedad y
compromiso, y al tiempo abrir horizontes. Protestas, propuestas y
compromisos. Proponer hacia dónde
caminar, y comprometerse uno mismo, con tu tiempo y tu capacidad para perseguir
aquello que te parece justo. Es una buena propuesta para este tiempo tan ávido
de justicia y esperanza.
Suscitaré
un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en tu boca y les
dirá lo que yo le mande (Dt 18,18)