NUESTRO CLAUSTRO... Hemos
sido enviados al mundo. Nuestro claustro es la ancha tierra: las calles, los
campos, las fábricas, las oficinas, los lugares de reunión y controversia, las
misiones, las playas, las chabolas, los hospitales... Nuestra misión comienza
por insertarnos en la condición de nuestros hermanos los hombres,
especialmente, de los que sufren.