Hemos peregrinado
a Asís y ahora envueltos de nuevo en lo de todos los días, Francisco y Clara se
han hecho luz... Todos somos peregrinos y hemos de saber hacia dónde nos
dirigimos. Si obedecemos la llamada habrá abundancia y bendición...pan en el
desierto y hasta ungüento en las heridas.
Peregrinar nos concede una experiencia
que no podemos retener, pues al tener que ir siempre un poco más allá, es
condición necesaria ser libre, sin apegos ni idolatrías, sin nostalgias... A la
vuelta es cuando peregrinamos.
Gracias a todos
vosotros por los caminos hechos juntos en Asís! Buen verano!