¿Qué pasa si no se
sigue ese movimiento de amor que es la vocación? Una cosa es clara; la relación
y la respuesta no pueden estar mediatizadas por el miedo. Aquel que no sigue la
"llamada" que un día sintió llevará siempre la herida de un amor que
no pudo ser, quizás la herida de un amor traicionado... pero no cambiará la
decisión del Señor de amar al que un día intentó seducir. El sigue siendo fiel!.
El seguimiento ha
de ser posible, llevadero, gozoso y con paz!. De lo contrario, será signo de camino
equivocado.